A veces estás poniendo a punto la cámara y el telescopio para otro proyecto y te surgen fotos improvisadas como este avión rozando la Luna.
Unos 10 minutos más tarde se repitió el evento, algo más lejos de la Luna pero de nuevo protagonizado por un avión de Ryanair. Este otro volaba más alto, concretamente a 11.278 metros. Probablemente por esa razón este segundo avión dejaba estela y el otro no, ya que las condiciones atmosféricas en ese momento, a casi dos mil metros más de altura, facilitaban la condensación y cristalización del vapor de agua presente en la atmósfera.
Es decir, no es que el avión suelte agua por los motores, es que los gases calientes que salen del motor provocan que se condense el vapor de agua existente en la atmósfera, que se cristaliza por las bajas temperaturas y forma esas estelas.
En cualquier caso la estela tampoco era muy persistente, así que no debía haber mucha humedad por allá arriba y los cristalitos de hielo formados desaparecían en unos pocos segundos.
Los datos de los aviones evidentemente no los he calculado a ojo, ni les vi la matrícula con el telescopio. Simplemente usé la página flightradar24.com que proporciona información en vivo de todos los vuelos. Muy recomendable para hacerse una idea del mundo en el que vivimos.
Y por cierto, fotos hechas con la colaboración de la Sociedad Astronómica Syrma y de Jesús Nieto.