En Valladolid tenemos una joya natural en pleno centro: el Campo Grande. Es nuestro Central Park, nuestro Hyde Park, nuestro Parque del Retiro. Vale que en dimensiones no es precisamente grande comparado con ellos (la décima parte del Retiro), pero a escala viene a representar lo mismo para la ciudad.
Leo con curiosidad que los orígenes de este área de esparcimiento se remontan a un descansadero para ganado y ganaderos al llegar a Valladolid tras su viaje por la cañada real. Esta 'autovía' para reses se acercaba a la ciudad por lo que hoy es la Calle Cañada Real (elemental) pero que, a la altura de la Avenida de Zamora, continuaba por el actual Paseo de Zorrilla. El parque que conocemos se empezaría a perfilar a finales del siglo XVIII con la plantación de varias hileras de árboles, aunque sería en la segunda mitad del XIX cuando se materializaría su estructura actual.
Pero no es mi idea repasar la historia del Campo Grande, para ello te recomiendo que, por ejemplo, repases la entrada correspondiente de la Wikipedia. Lo que quiero compartir son algunas fotos, tomadas en estas vacaciones navideñas, de los animales que dan vida al parque.
Quizás los más espectaculares, y también los más conocidos, sean los pavos reales, con su resplandeciente colorido y su porte señorial. Vamos con ellos:
En ocasiones también he visto algún pavo real blanco, desconozco si hay alguno hoy en día. Esta es una foto del año 2005:
También podemos encontrar todo tipo de patos y aves anátidas en general.
Los pájaros pequeños es otro de los atractivos del parque. Como los carboneros que, si no hay mucho jaleo alrededor, pueden llegar a comer de tu mano.
Pero si con algo he disfrutado estos días es con las ardillas.
Son un poco precavidas al principio, pero una vez que cogen confianza contigo se te pueden subir al hombro para pedirte comida, así que no te acerques mucho con ropa sensible a uñas afiladas. También son un gran atractivo para los niños, aunque en ocasiones ves el corro de gente que tienen alrededor dándoles comida y te preguntas si no será demasiada. No es de extrañar que de vez en cuando se alejen para enterrar la comida por si acaso algún día deja de venir gente...
Como puedes ver les hice un reportaje completo a las ardillas. Pero además las grabamos a cámara lenta para montar un pequeño vídeo y que te hagas una idea de sus simpáticos movimientos. Termino con él esperando que te haya gustado este pequeño reportaje.